viernes, octubre 06, 2006

Hámster USB que corre a la velocidad de tu teclado

4 Octubre 2006 por Elena en Creative Toys, Mascotas: Las mascotas tienen su encanto, pero también suponen una serie de tareas (limpieza, alimentación, cuidados veterinarios…) que no todo el mundo está dispuesto a asumir. Por eso, tenemos una interesante propuesta para todos esos vagos amantes de los animales. Les presentamos a USB Hamster Wheel. Este simpático roedor te hará compañía en tus largas horas de trabajo junto al Computador, haciendo ejercicio sin parar en su ruedecita como un hámster normal y corriente. La diferencia es que éste es de peluche, se alimenta vía USB y no requiere cuidado alguno.

Conéctalo al Computador y empieza a teclear; verás cómo el USB Hamster Wheel empieza a dar vueltas en la rueda a tu ritmo. Es decir, cuanto más rápido teclees, más rápido correrá el hámster en la rueda. ¿Hace una competición a ver quién aguanta más?

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1 comentario:

Marcial dijo...

¿Al mero estilo tamagochi?
Déjame te cuento. Cuidar hámsters no es tarea fácil, al menos los que no se alimentan vía USB.
Cuido hámsters destinados a la investigación en Leishmaniosis (no se si habrás oido de ella, aunque se que en tu país es muy frecuente).
La verdad es triste. Para no enfermar humanos tenemos que infectar a dichos animalitos. Aunque no sólo a éstos, también a roedores silvestres. Te imaginarás que a determinado tiempo los experimentos llegan a su fin y la vida de ellos también.
No siguen al mause en la computadora, están sujetos a un tiempo determinado de seguimiento clínico, y cuando llega éste, ¿quién crees que los sacrifica?
No estás equivocado, Yo.
¿Sabes que es cuidar para luego sacrificar (por no decir asesinar)?, sentir cuán cruel puedes llegar a ser y cuan ruin eres por ello.
La muerte de un ser vivo en tus manos... ni Poncio Pilatos pudo con su culpa y se lavó las manos. Yo no puedo lavármelas y sí es culpa mía, porque simplemente es mi trabajo, pero para el bien de todos.
Es grato saber que por sus vidas se da un paso en la ciencia. ¿Pero ello justifica el dar fin a una vida, aunque parezca insignificante?
No lo se, pero aún cargo en mi conciencia más de cientos de almas hamsterianas, ratoniles y conejiles, sólo el tiempo me dirá que tan culpable soy...

Saludos desde la no venezolana Mérida de Yúcatán, México.